miércoles, 9 de diciembre de 2009

El umbral de...

¿de dolor? ¿de sufrimiento? ¿de ganas?, ¿o es de miedo?

Llevo días queriendo escribir unas palabras sobre los mensajes que manda la mente y lo que el cuerpo es capaz de soportar.
Recién salido de la lesión, o molestia, o 'algo' que tuve ¿y tengo? en la rodilla comencé a darle un poco de cera al cuerpo. Poco a poco, sin prisas, mi meta es el 1 de enero. Como un niño cabroncete, el cuerpo respondía dandome señales de cansancio, dolor, molestía, etc.

¿cuantas de estas señales del cuerpo eran o son reales?

Durante la lesión, salir a correr era un dolor continuo, a los 2kms, medía vuelta. Ahora puedo salir a correr con normalidad e incluso meterme caña y no tengo dolor alguno. ¿No tengo dolor o es que no presto atención? Siento que tengo el umbral de dolor bajísimo. Si pienso en la rodilla, esta me duele, me molesta, está cargada, etc etc etc. Está tocapelotas la jodia. Son sensaciones similares a cuando estaba en el punto mas alto de la lesión, un roce por dentro, un "algo" (una condromalacia en toda regla). La única diferencia real es que ahora el dolor en infinitamente menor. La diferencia 'no-real' es que solo lo noto si presto atención a la rodilla. Suena raro, pero es estar atento a ver como está y empieza el cuerpo de nuevo: "uffff, que maaaal, esto no esta curaaaadoooo, muy maaaal, no podrás salir mañaaaanaaa, así toda la vidaaaa, etc etc".

Yo me inclino por lo último: el miedo. Es tanto el deseo de no querer volver a pasar por lo mismo que el zumbido de una mosca es percibido por mi rodilla como una lesión próxima. La solución es sencilla. Debo ganarme la confianza en mi mismo y en mi rodilla. Hoy gané el primer asalto, seguí a la élite hasta la mitad del camino. Me forcé a seguirles hasta la mitad a ritmos de 4:30, apretando dientes detrás de kike en las subidas con el consuelo de que la vuelta la haría a mi ritmo de 4:45. ¿Qué son 15 segundos?, me decía. Al final las piernas aguantaron sobradas y solo la capacidad pulmonar (perjudicada con dos meses parado) era la que me impidió dar un poco mas o darles el típico tirón que hago siempre antes de morir. O sea, que todo va bien!. ¿Ahora que?, me duele lo mismo que si hubiera estado parado, si hubiera ido mas despacio, etc.

Esa sensación es como el pataleo de un niño que debes ignorar para hacer que se calle. O quizá hay que hacerle caso, los niños lloran cuando patalean y lloran cuando les duele algo, ¿no?

Sin darme cuenta, estoy en los niveles de kms de la semana en la que empezaron los dolores. Solo falta subir ese umbral de confianza en mi mismo y la capacidad aeróbica vendrá sola. Este mensaje espero q sea el correcto por que otro pensamiento sería irracional y demasiado tremendista... ¿o no?

Cuantas dudas para una cosa tan simple.

4 comentarios:

  1. Querido pariente !!! , como tu bien dices el umbral de sufrimiento lo debes de superar , en cuanto al entreno sólo te falta coger un poco más de confianza en ti mismo y pegarte un apretoncillo, después de que desfallezcas de agotamiento y asi no te acuerdarás de la rodilla ,!!habrás superado dicho umbral!!

    Saludos
    Arturo

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  2. Javi, está claro, si cuando no prestas atención a la rodilla no te duele.... es que no tienes nada.

    Eso sí, vete con calma, no hay prisa.

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  3. Hola Amigo Javi, yo me inclino por el miedo, seguro que tanto pensar en la rodilla es instintivo el dolor y muchas veces no hay que prestar atención al dolor....siempre que te deje correr, claro...

    Yo llevo meses con el dolor en el talón y sigo sin hacerle ni caso, mientras pueda seguir corriendo, yo sigo...

    Me alegro que todo vaya bien y puedas seguir entrenando, tengo muchas ganas de verte al 100%.

    Un saludo y FUERZA
    Quique

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  4. Sabes? Nuestro cuerpo es una maquinaria perfecta... con un pequeño defectillo: nuestro cerebro no filtra... se cree TODO lo que le decimos, todos los mensajes que le mandamos a nuestra cabeza! Así que ponla a tu favor!! No te obsesiones, no analices cada pequeño detalle... simplemente déjate llevar y disfruta de tu gran pasión! Escucha a tu cuerpo, él te irá marcando el ritmo... pero no permitas que la cabeza te paralice! Animo, Sonic!

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